Como un día cualquiera, de todos los que paso en el tren, trayecto Lagerlechfeld- Kaufering, y Kaufering-Múnich, y viceversa.
Música, llena de recuerdos, bolígrafo, papel y muchas ganas de escribir, como siempre.
"Inventamos una historia, en la que somos los únicos protagonistas. Un día, especial, o no especial, pero queremos convertirlo en digno de recordar.
Nos ayudamos a imaginar como será ese día, el dia que nos reencontremos.
Un gran milagro, qu no tenga que ser en la calle como simples desconocidos, como suele pasar. Por eso, le doy esperanzas a mi corazón.
Unas esperanzas, que, al menos, le van atrasando el dolor y la soledad, que le podrían esperar...
Las etapas de la vida, cuando acaban hay que cerrarlas y solo volver atrás para recordarlas pero no para intentar cambiar nada, leí hoy en un blog.
Pero esta vez, no creo que sea el final de esta etapa.
Somos cruelos con nosotros mismos, pero simplemente nos intentamos preparar para futuras decepciones.
¿Que tal si los sentimientos no han cambiado?
¿Que tal si todo lo que se respire en aquella habitación sea amor?
Así descubriré, que, realmente puedes congelar el tiempo cuanto quieras, pero solo en tu mente, porque fuera sigue continuando, tan rápido como siempre, y sin parar.
Así ganaré mi apuesta, apostar por una persona, y sentirme feliz.
Poder compartir esa felicidad junto a alguien que quiera compartirla conmigo.
Echo de menos muchas cosas estando tan lejos, pero, realmente, el tiempo ha vuelto a pasar, sin avisar, las hojas de los árboles por fin cayeron totas, y más tarde que temprano, pude observar copos de nieve caer del cielo.
Un paisaje decorado con miles de detalles, si tuviera la habilidad de dibujar, solo querría retratarlo.
Pero, solo puedo describir, tal y como lo veo, y lo que me inspira.
Es tan real, que es un sueño hecho realidad. Otro de los muchos.
A veinte días de volver a casa, siento que tengo más ganas que nunca.
Jésica.
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