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viernes, 29 de noviembre de 2013

Invierno en Alemania.

Siempre cometiendo el mismo fallo, no fijarme y tener en cuenta los pequeños detalles. A menos de dos meses de abandonar esta ciudad, para no volver durante un tiempo, hay muchas cosas que no conozco de ella. Hoy estaba paseando y encontré una plaza en la que había otro mercado de Navidad. El palacio del rey tampoco lo he visitado, y los jardines los visite de casualidad un día.
Pero siempre pasa esto, quiero aprovechar todo al máximo y no me doy cuenta que la esencia de este viaje esta aquí, en Munchen. No debería irme con la sensación de que hay cosas que aún no he visitado, como puede ser eso posible después de vivir aquí 6 meses?
Me he centrado en conocer otros pueblos y otras ciudades, me he conformado con ver las cuatro calles principales de esta ciudad.
En eso consiste decir he vivido en Múnich y que cuando alguien me pregunte que tal el museo de los juguetes o que tal el museo de rock no sepa dar una respuesta ya que no lo he visitado?

Creo que tengo que poner un poco en orden mis ideas, y averiguar que es lo que he ido olvidando y que es lo que merece la pena visitar.

Vuelvo a infravalorar las pequeñas cosas, esta vez tiene rectificación, pero otra vez puede no tenerla. Con lo cual, que os sirva de experiencia, abarcad todo aquello que realmente podáis relacionando tiempo y espacio. No seamos avariciosos, siempre podemos volver, pero no con las mismas ganas que la primera vez, porque las primeras veces son siempre las primeras y así serán recordadas.


jueves, 28 de noviembre de 2013

Viena.

25/11/13
A un mes del día de Navidad, el que pasaré rodeada de las personas que más quiero...
Comeremos la familia toda junta, como cada año, venían los cuatro abuelos a casa, pero este año solo serán dos.
Estoy en el tren, viendo un paisaje precioso, las colinas, árboles y casas con una suave capa de nieve. Se está haciendo mucho de rgar, pero ya está llegando, con temperaturas bajo cero y mucho frio. Un invierno que ha llegado un mes antes.

Lo que más me gusta es ver los abetos y las ramas de los árboles. Es como si estuvieran perfilados de blanco todo.

Este era uno de los motivos por el que decidí venir en el Semestre de Invierno.

Este finde, ha sido aventurero, como todo lo que he hecho desde que decidi aceptar esta oportunidad Erasmus.
Hemos ido a Viena, a un hotel un poco raro, pero para lo que lo necesitábamos nos ha servido. Unas diez horas caminando cada dia, pero nos ha servido para descubrir el encanto de la capital Austriaca. Es verdad que tiene mucho parecido a Alemania, además del idioma, aunque las personas parecian un poco mas agradables.
Vimos muchas iglesias y monumentos importantes: el palacio de Sisi la Emperatriz, incluso un concierto de Mozart y Strauss, en el que habia ballet y ópera.
La verdad es que me ha gustado mucho, y me ha recordado mucho a Berlin, supongo que será porque es Capital de País. Muchos museos, y sitios que visitar, 2 millones de habitantes, en comparación con Munich que tiene 1 millón.

 

Un día de Noviembre en tren

Como un día cualquiera, de todos los que paso en el tren, trayecto Lagerlechfeld- Kaufering, y Kaufering-Múnich, y viceversa.
Música, llena de recuerdos, bolígrafo, papel y muchas ganas de escribir, como siempre.

"Inventamos una historia, en la que somos los únicos protagonistas. Un día, especial, o no especial, pero queremos convertirlo en digno de recordar. 
Nos ayudamos a imaginar como será ese día, el dia que nos reencontremos. 
Un gran milagro, qu no tenga que ser en la calle como simples desconocidos, como suele pasar. Por eso, le doy esperanzas a mi corazón.

Unas esperanzas, que, al menos, le van atrasando el dolor y la soledad, que le podrían esperar...

Las etapas de la vida, cuando acaban hay que cerrarlas y solo volver atrás para recordarlas pero no para intentar cambiar nada, leí hoy en un blog.
Pero esta vez, no creo que sea el final de esta etapa.
Somos cruelos con nosotros mismos, pero simplemente nos intentamos preparar para futuras decepciones.

¿Que tal si los sentimientos no han cambiado?
¿Que tal si todo lo que se respire en aquella habitación sea amor?

Así descubriré, que, realmente puedes congelar el tiempo cuanto quieras, pero solo en tu mente, porque fuera sigue continuando, tan rápido como siempre, y sin parar.

Así ganaré mi apuesta, apostar por una persona, y sentirme feliz.
Poder compartir esa felicidad junto a alguien que quiera compartirla conmigo.

Echo de menos muchas cosas estando tan lejos, pero, realmente, el tiempo ha vuelto a pasar, sin avisar, las hojas de los árboles por fin cayeron totas, y más tarde que temprano, pude observar copos de nieve caer del cielo. 
Un paisaje decorado con miles de detalles, si tuviera la habilidad de dibujar, solo querría retratarlo.
Pero, solo puedo describir, tal y como lo veo, y lo que me inspira.

Es tan real, que es un sueño hecho realidad. Otro de los muchos.

A veinte días de volver a casa, siento que tengo más ganas que nunca.

Jésica.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Tan presente como siempre

19.Noviembre.2013
Abuelo, hasta en el tren me acuerdo de ti, hay tantos misterios que no se pueden resolver...
Cuando te ví en esa cama, tumbado boca arriba como solías estar por las tardes cuando iba a visitarte, pero pálido, sin pulsaciones...
Tus tres niñas alrededor tuya, y abuela, sin entender porque. 
Seguro que no fue doloroso para tí, avisaste a abuela de que algo pasaba, incluso, sabias que algo iba mal...
Pero... ¿por qué? Hacia dos dias que te había visitado, como siempre, un vierntes, como todos los findes que volvía a casa, lo seguía haciendo aún en vacaciones de Verano.
Se convirtió en costumbre, y ahora que estoy aqui, pienso en lo orgulloso que estarías de mi. Ya lo estabas cuando sabías que venía a Alemania a aprender y a vivir en otra cultura.
Muchas veces, apareces en mis sueños, no sé que querrá significar, lo cierto, es que, estás aqui conmigo de una manera u otra te siento conmigo.
Ahora, como estoy aqui en Alemania, estoy alejada de todos, los echo de menos a todos por igual.
Mi tristeza comenzara cuando llegue a esa casa, tu casa, vacía de ti. Solo con fotos, que siempre son las que guardan y capturan cada momento.
Cuando vamos a echarte mas de menos, va a ser en Navidad, en especial, el dia de Reyes, y lo sabes, no solo por el regalo... Te convertiste en mi regalo durante todo el año, me ayudaste mucho a seguir con mis estudios, siguiendo los pasos de papá y tuyos. Mis dos guias, y mis dos puntos de referencia.

Nuestro pequeñín, echará de menos tus chicles, en los que podíamos elegir fresa o menta, o los chupachups.
Todo lo que hacias para conseguir un beso de los pequeñitos que tanto chinchabas con tus bromas.
Sólo habia que entenderte, si no recuerdo mal no me cabreabas mucho.
Estos últimos años hemos estado más unidos, haciendo comidas en el campo o domingos de almuerzos. Toda la familia unida.
Que no derramara lágrimas delante de todos, no quiere decir que no sintiese ese dolor por dentro, ese vacio, con tu pérdida.
Una gran pérdida, de verdad abuelo, una gran pérdida para todos.
Alguien tenía que ser fuerte, y me tocó a mí. No creas que lo soy así siempre, es más, me cuesta ser así. Tengo un coraz-on muy sensible. Pero esas fueron las palabras que me dijo mi amigo, mi papá, antes de entrar en tu casa, y las mantuve. Fui fuerte ese día.
Al siguiente hice mi último examen de 2º de carrera, y lo aprobé.
Me costó mucho no ir al funeral, pero sé que no hubieses querido que cambiara mis estudios, por algo, que lamentablemente no tenía solución.
Cuando vuelva iré a llevarte flores, lo menos que te mereces.
Tambien, quiero que sepas, que cada vez que visito una Iglesia, en Múnich y en Viena, he encendido una vela, para recordarte.

Te quiero abuelo.


jueves, 14 de noviembre de 2013

Artículo de Risto Mejides contra el Cáncer

"Has decidido que te la llevas."

“Has decidido que te la llevas. La noticia ha caído como un mazazo sobre la familia. Un mazazo de los que te rompe por dentro pero te une por fuera. Un mazazo que aplasta cada año más de 200.000 familias sólo en España. Otra familia que se ve obligada a recordar que sólo se tiene a sí misma cuando alguien se viene o se va.

Has decidido que te la llevas. No has sido ni para decirlo a la cara. Nos lo has hecho saber desde tu escondite, la putrefacta caverna microscópica en la que llevas meses atrincherado, agazapado detrás de un asterisco que venía en un sobre muy parecido al de las facturas, como si alguien te hubiera pedido la cuenta, el qué se debe, l’addition.

Cobarde, que eres un cobarde. Mal rayo te parta. Ni un mísero aviso. Ni una oportunidad. Te presentas como se presentan los delincuentes y los indeseables, por sorpresa, sin avisar, cuando ya todo es tarde, cuando ya sólo queda alevosía y nocturnidad. Como si te hubiéramos hecho algo. Como si alguien en este mundo mereciese algo así.

Porque has decidido que te la llevas. Vale, muy bien y ahora qué. Nos das la noticia, nos marcas un plazo, nos amputas cualquier esperanza y aún tendremos que darte las gracias por dejarnos algo de tiempo para despedirnos de ella. Nos dejas el tiempo justo para embalsamar tantos recuerdos que no sabemos ni por dónde empezar. El tiempo justo para no poder ni llorar.

Que sepas que no vas a llevártela tan fácilmente. Que sepas que ella piensa plantarte cara hasta el final. Aunque sea lo último que haga. Piensa aferrarse a lo que le queda de sí. Y piensa apurar toda estadística por ínfima que sea, como se apura el último sorbo en pleno desierto, como se estiran esos últimos minutos antes de que vuelva a sonar el despertador.

Pero sobre todo, que sepas que no está sola. Ni ahora ni nunca. Ni antes ni después. Su dolor es el nuestro. Su lucha no se libra sólo en su organismo, sino en el ánimo de todos y cada uno de los que la queremos, la querremos y la quisimos alguna vez. Porque en eso consiste querer de verdad, sufrir lo que se ama y amar lo que se sufre, se esté en el cuerpo de quien se esté. Pero qué hago contándote esto, tú qué vas a saber, si eso tú no lo podrás sentir jamás.

Tú has decidido que te la llevas, y punto. Y eso sí, ahora nos ofreces todo tipo de paliativos. Siniestra palabra. Eufemismos, tecnicismos inútiles para disfrazar el dolor que menos duela. Pero duele igual.

Tratamiento, otra palabra que siempre nos será extraña. Porque esconde lo mismo que esconde cualquier peluca. Un esfuerzo titánico, cotidiano, íntimo y personal por aparentar normalidad bajo circunstancias absolutamente extraordinarias.

Por eso, has decidido que te la llevas y puede que al final hasta te la acabes llevando. Puede que ganes, pero jamás vas a triunfar. Porque hay cosas que nunca podrás llevarte.

No te llevarás su risa. Porque su risa puede contigo. Aunque al final te la lleves a ella, su risa se quedará. Tampoco puedes con su cariño. El que recibe y el que nos ha dado. Cuanto más se apaga ella, más se ilumina el hueco que deja a su alrededor. Y por supuesto, no podrás con su recuerdo. Es demasiado grande para ti. Y para cien más como tú.

Cuídate mucho, porque esto no ha hecho más que empezar. Detrás de tus malditas 6 letras hay mucha más gente que sigue luchando todos los días, desde dentro y desde fuera de la enfermedad. Disfruta aún que puedes. Destruye a discreción mientras te dure.

Nosotros tardaremos más o menos, nos dejaremos más o menos por el camino, pero tarde o temprano, tú caerás. Como cayeron tantas otras antes que tú. Porque vamos a por ti. Y si algo bueno tiene el ser humano, de las pocas cosas buenas quizás, es que cuando queremos destruir algo, cuando de verdad nos lo proponemos, es sólo cuestión de tiempo que lo consigamos. Mira si somos buenos, que a veces hasta lo hacemos sin querer.

Has decidido que te la llevas.

Ahora mírame fijamente.

Porque a mí, miedo, no me das.”

RISTO MEJIDES

 

 

Pero con ella no pudiste, Te quiero Mamá- Jésica

miércoles, 13 de noviembre de 2013

La humanidad

Cuando le preguntaron al Dalai Lama que le sorprendía más de la Humanidad:

"Los hombres, porque pierden la salud para ganar dinero, después pierden el dinero para recuperar la salud. Y por pensar ansiosamente en el futuro no disfrutan el presente, por lo que no viven ni el presente ni el futuro. Y viven como si no tuviesen que morir nunca...Y mueren como si nunca hubieran vivido."
Mahala, Regensburg

viernes, 1 de noviembre de 2013

Reflexión sobre el amor

Reflexión de John Lennon sobre el amor..
 "Nos hicieron creer que el “gran amor”, sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado. Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía, es más agradable. 

 Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta. 

Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable.

 Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término, deben ser reprimidos. 
Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados. 

Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.

Salzburgo. Como las personas quieren dejar grabados sus nombres en cerrojos para que no se "escape nunca el amor"
 Ah!, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto... cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy enamorado de tí, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien. Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… aunque la violencia, se practica a plena luz del día..."