BOLOGNA-FIRENZE
(01/02-02/02)
01.02.2014.
Mi Cumpleaños!!! Me despierto con las felicitaciones de mis seres
queridos, que tanto echo de menos, pero que me alegra saber que en 21
días ya estaré con ellos.
A las 10.42 hemos
cogido un tren rumbo Bologna (Bolonia). Para llegar a la estación
cogí el vaporetto, muy cerca del hotel, 7 euros un viaje.
El Hotel, ha estado
bien porque hemos tenido una habitación sin tener que compartirla
con nadie, pero por ejemplo, el internet, tuve que pagar 4 euros por
12 horas, que al final me sobró tiempo.
Se llamaba Hotel
Alla Salute, y era de dos estrellas. Hicimos un amigo colombiano que
nos regaló sus botas de “plástico” porque el se había comprado
unas de goma. Hoy no ha llovido, pero si estaba subiendo el nivel
del agua y volvería a inundarse como los demás días.
El viaje en tren se
hizo corto, después de todas las horas que echamos en los otros
trayectos. Llegamos a Bologna a las 12.40, donde nos esperaba mi
amigo Mario desde las 12, porque cogimos un tren más tarde del que
pensábamos, y no había wifi gratis, no podía contactar con él.
Lo encontré de
casualidad, y dejamos las maletas en su casa. Fuimos hacia el centro
a ver algunos de los 7 secretos de Bolonia. Había unas columnas, que
si hablabas a la pared, en la columna opuesta podías escuchar.
Las dos torres,
símbolo de Bolonia, y comenzó a llover.
Parece que la lluvia
nos va a acompañar durante todo nuestro interrail…
Compré mis velas,
y almorzamos en el Mcdonalds. Busqué un “pastel” y como estaba
lloviendo, no pudimos ir a un parque. Asi que, soplé mis velas en la
casa de Mario, y me cantaron cumpleaños feliz en versión italiana,
mexicana y española.
Fue un día
diferente a otros años, pero lo pasé bien.
A las 6 y 10 cogimos
tren rumbo a Florencia, esta vez si había que hacer transbordo, pero
tardamos una hora y media en llegar.
Estando en
Florencia, a las 8 de la tarde, sin mapa de nuevo, buscamos la calle,
no era difícil.
Subimos hasta la 3
planta, que yo la calificaría como una sexta planta porque las
plantas eran enormes, y todo olía a humedad porque era un edificio
antiguo.
La primera impresión
del hostel me gustó, pero luego, las habitaciones no. Un baño para
6 personas, cocina compartida y una mesita. Para pasar una noche ha
estado bien, pero ha sido por ahora, el peor.
El wifi funcionaba
bastante lento, y solo funcionaba en los ordenadores porque mi móvil
no cogía la señal… Muchísimas conversaciones de whatsapp y en
Facebook, y no podía contestar por no tener internet…
Me entristeció
muchísimo no tener internet en mi móvil el dia de mi cumpleaños…
Estuve un poco en
Facebook en el portátil de Erick, y me acosté.
02.02.2014
A las nueve de la
mañana, comenzamos a explorar Florencia, viendo la Dom y
callejeando.
A las once de la
mañana, fuimos a un tour en inglés gratis, que nos estuvo contando
la historia de los monumentos más importantes, aunque no paraba de
llover. El tour duró unas dos horas.
Para visitar el
Duomo solo abría hoy de una a tres de la tarde, así que buscamos
algo donde comer, que no fuera Ristorante o Pizzeria, y después de
mil vueltas, encontramos algo.
Entramos en el
interior del Duomo, pero me lo esperaba más decorado, estaba
bastante amplio pero no tenía muchas esculturas.
Había muchos
Palacios por Florencia, en cualquier esquina ibas encontrándote con
algunos, aunque no son como los que he visto en Viena o Múnich,
porque en estos Palacios vivían familias ricas y se construían
estas casas grandes. En toda la ciudad hay unas 76 torres-casas, en
las que también vivian las familias de la Aristocracia.
San
Michelo, así que, a pesar de sufrir por todas las escaleras que
teníamos que subir, disfruté bastante del paisaje. El rió estaba
marron, y no azul o verde como hemos visto en otros sitios, pero, la
culpa fue de la lluvia.Terminando nuestro
recorrido, no podíamos irnos sin ver Florencia desde la Plaza
Para volver, pasamos
por un puente bastante bonito en el que había tiendas y casas en el
mismo puente. Recogimos las maletas del hotel, y para la estación.
17:10
Rumbo Roma, ¡por fin! Una de las ciudades que más ilusión tenía
de visitar.
Arrivamos a Roma, haciendo un transbordo rápido. Mientras subíamos y bajábamos escaleras mecánicas para el metro, mi maleta rosa se rompió con las escaleras, y el billete de interrail estuvo por las escaleras rodando… “afortunadamente” no perdí nada, cogimos el metro (1,5€) y llegamos hasta Ottoviano. No paraba de llover, y mi maleta había que llevarla en brazos. Las indicaciones que teníamos no estaban lo suficientemente bien, y preguntamos a unas personas mayores como pudimos (italiano-español), pero no encontrábamos la calle del hotel. Volvimos a preguntar a unos jóvenes, y, bastantes simpáticos nos lo buscaron por internet con su GPS.
George, el
recepcionista, nos habló en italiano y nos medio- entendimos. La
habitación estaba muy bien, eran dos camas, incluía sábanas y
toallas.
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