Los seres humanos nos empeñamos en ser
perfectos, cuando es una cosa extremadamente dificil de conseguir.
Intentamos hacerlo todo con la mayor intención existente, y a veces,
actuamos por impulsos. Unos de esos impulsos, nos llevan a resultados
excelentes, que no podríamos haber llegado a ellos, a no ser que
hubíeses actuado por impulso. Otros, como todo, su parte mala, son
de esos que terminamos con la frase “Si no hubiera...” Y siempre
terminamos echándonos las culpas a nosotros mismos, pues somos los
que cometimos tal falta de actuar por impulso.
Pero, ¿alguna vez os habéis parado a
pensar si lo que nos rodea no influye?
Las excusas, son malas, las mires desde
la perspectiva que quieras, no nos llevan a otra finalidad.
Confiar en tí mismo, para luego, poder
confiar en otra persona. Otra persona, en la cual confíes, confíe
en tí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario