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viernes, 17 de enero de 2014

¿Qué clase de amor estamos motivando? Pura y llanamente un amor virtual que se demuestra mandando un mensaje de buenos días y enviando una foto para demostrar que piensa en ti. Un amor que no se puede oler ni respirar. Es un amor que se mide en bits y en descargas. En un simple movimiento de dedos. Un amor que lee las conversaciones que ha tenido con los demás para encontrar algún motivo por el que desconfiar. Un amor en línea. Un amor en letras. Un amor que no comprende como no puedes vivir pegado al móvil. Un amor que sonríe por fotos enviadas.

¿Dónde han quedados las tardes de pipas en cualquier banco? ¿Las esperas interminables con una flor? ¿Y los besos de verdad, esos que te sorprenden porque vienen por detrás, traviesos, y te hacen volar? ¿ Y los piropos? ¿Dónde han quedado las tardes de película en su casa, abrazados, separados únicamente por el sabor a besos? Las escapadas de fin de semana, las cartas de amor, los abrazos robados. Un sin fin de gestos que sí son reales. ¿Dónde están?

VIENA- y vivencias de mi Erasmus.

25-Noviembre-2013
Hoy Múnich se viste de Navidad, como todas las ciudades, lleva varias semanas preparando todo, realmente creo que empezó este fin de semana, pero hoy ha sido cuando he tenido la oportunidad de pasear por el centro, con tanta vida, un lunes por la tarde, no importa el frio, -1/-3 grados, ni la hora (17,00-18,00), siempre hay personas que pueden permitir pasear, y como no hacerlo! Todo te llama a comprar y a gastar. En Karlsplatz hay una mini pista de patinaje, y me ha llamado la atención, porque según la hora, o más bien dicho, según el tramo de hora, tiene un precio u otro, claramente las mañanas son más económicas. Creo que en OlimpiaPark hay otra, y quizás merezca más la pena porque esta era muy pequeña...
Hay miles de puestos de Navidad, en cada plaza y como no, en la calle principal de tiendas de Karls platz a Marienplatz.
En Marienplatz han colocado un abeto, con luces de navidad bastante grande y real.
El Rathaus, tan impresionante como siempre, iluminado y con decoración navideña. Cada puesto es diferente, realmente la mitad son de comida tipica alemana, leberkäse, bratwurst, wurst... y muchos de dulces; crepes, frutas bañadas en chocolate...










Pero, si os hablo de las bebidas, realmente me llama la atención la cantidad de personas que beben el Glühwein, vino caliente.
Tambien, la palabra Panch o Ponch la veo escrita por todos lados, y con diferentes combinaciones; orange, amaretto...
No me he recreado mucho en verlos todos, porque se que volveré más de una vez.
En Viena, pude ver 5 mercados de navidad, situados en diferentes sitios, y probar 2 dulces típicos de Viena, ¡Riquísimos! Poco a poco, iré publicando fotos de mi viaje exprés, totalmente recomendado, aunque hay que llevar muchas ganas de hacer turismo y de caminar.
El viaje fue muy bueno, pudimos descansar el primer dia, aunque el segundo, fueron unas 10 horas pateando todo el centro de Viena, que nos pillaba a cinco minutos del hotel.
Vimos el Hofbrau (Palacio de SISI) por fuera, la Biblioteca Nacional, Parque de HofBrau, Rathaus (Ayuntamiento). Sobre el Parque, cosa cursiosa, en vez de bancos, habia sillas verdes plegables una al lado de otra. Había hucos de arena en el que sembrarán flores cuando llegue la primavera.
El Otoño nunca me ha gustado, pero, desde que estoy aquí, me tiene asombrada, es impresionante el paisaje todo marrón, amarillo o rojo, con hojas de miles de formas que hacen un camino en medio de todos los árboles.
El ayuntamiento de Viena, podría asemejarlo con el de München, pero la plaza, es más grande que Marienplatz. Aqui si estaba el mercado de Navidad abierto, y habia zonas para niños, una casa cerrada en la que una barbie contaba un cuento y los animales la escuchaban. Unos muñecos que cuando activabas un boton, cantaban, bueno, tocaban villancicos.
Respiré el ambiente navideño y de repente me entraron unas ganas inmensas de volver a casa.

Continuamos con las curiosidad, a modo de valla, para que no pudieran pisar el jardin, se encontraban los bancos alineados uno tras otro, todos juntos, sin ningún hueco entre ellos.

Entramos en la Universidad de Wien, y había esculturas de los profesores que habían pasado por alli, y tumbonas en el patio, realmente era un monumento digno de visitar, desde 1300 existe.
Luego fuimos a una iglesia, estilo gótico, que como todos los edificios bonitos, estaban arreglándola, pero pudimos entrar dentro y encendí una velita por tí, abuelo.

Retrocedimos nuestros pasos para ver el Congreso de los Diputados, y luego de nuevo al mercado.
La Catedral Stephan, impresionante por dentro y por fuera. Y la casa de Mozart, que ya he visto tres; en Salzburg, Augsburg y Viena.

Vi la “StattSoope” (Ópera) tan famosa. Karlsplatz, en la que habia otra iglesia enorme y otro mercado de Navidad. Curiosidad: Había un circulo con paja y estaban los niños y los padres sentados o jugando allí.
Tambien en los puestos de comida se usaban a modo de banco para sentarse.
En la estacion de metro de Karlsplatz había espejos en el que habia escrito cosas matematicas como el numero pi y el numero de personas No contentas con su trabajo en Viena, y cosas asi, todo escrito en espejos y muchos de ellos, eran digitales, cambiando los numeros.
Seguimos caminando y encontramos otra plaza con un monumento dedicado a los Rusos en la 2ºGM. Y una fuente enorme.
Fuimos en busca del Danubio, cruzamos un puente y llegamos hasta PRATA, un parque de atracciones, que en esta epoca, como es normal, estaba cerrado.
Habia en funcionamiento otra noria y algunas mini atracciones para los peques y otro mercado en el que me compré el primer dulce tipico.
Paseamos por el Museum Quartier, que es una galeria de museos y finalmente volvimos al mercado mas cercado del hotel.
Ambiente navideño y muchos dulces, incluso hacian gofres (con la masa y todo).

Acabó nuestro primer dia en Viena, espectacular e intenso.